miércoles, 22 de octubre de 2014

Re-Convivencia. Catequistas del 96.

Los pasados días 10 y 11 de Octubre el grupo de catequistas de la quinta del 96 nos fuimos al Albergue del Cortijo con los que fueron nuestros catequistas durante poscomunión y confirmación para juntarnos de nuevo e intentar echar un vistazo y reflexionar nuestro paso por la catequesis.

 

Nada más llegar hicimos por grupos un juego de introducción que fuera más allá de lo común, y en un par de minutos supimos sacar nuestra imaginación a pasear y nos reímos mucho haciendo nuestros propios juegos. Después cenamos pizzas todos juntos recordando viejos tiempos y poniéndonos al día sobre nuestras situaciones sociales actuales (como siempre, muertos de la risa).

 

José A., Dani Z. y Banegas prepararon un juego para por la noche en el que tuvimos que utilizar nuestra nula orientación y destrezas para superarlo. Trataba de ir encontrando distintos lugares de la zona y allí abrir un sobre en el que leeríamos parte del diario de un antiguo catequista, el cual nos ayudó a entender y a pensar que todos hemos sido principiantes en esto y que poco a poco se van consiguiendo las cosas, siempre siendo uno mismo. (Cabe decir que las pruebas fueron bastante divertidas y algunas incluso vomitivas).

 

Al día siguiente desayunamos e hicimos una dinámica en la que nos dimos cuenta de cómo somos, cómo nos ven los demás y cómo queremos que nos vean. Fue muy necesaria y fue el punto clave de la convivencia. Más tarde comimos y descansamos hasta el juego de la tarde.

 

Tuvimos que bajarnos a Aranjuez disfrazados de toro, torero y amante, de brujas, de chicas y acosador... Teníamos que ir a distintos puntos del pueblo dentro de un límite de tiempo y allí abrir un sobre que nos diría lo que teníamos que hacer. Fue muy entretenido y sobretodo pasamos un buen rato riéndonos de nosotros mismos.

 

Y hasta aquí llega la crónica de esta convivencia que, como todas las que hemos hecho juntos, te deja con la miel en los labios pidiendo por favor que se alargue por lo menos un día más.


Ignacio Díaz-Pinés.


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